Redimir el Tiempo para mejorar nuestras finanzas y oportunidades

El tiempo, el trabajo, los empresarios, los profesionales, los trabajadores, obreros y jubilados todos ellos unidos por el tiempo mal redimido que una sociedad desarrollada no puede darse el lujo de malograr.

Un ejemplo de ello son las interminables medias mañanas que hay que pasar para realizar un simple tramite donde el que va ha dejar dinero es uno, por ejemplo en esta semana fui a pagar mi plástico al banco Santander Rio en donde ademas de estar casi dos horas haciendo fila en el 'pequeño salón' había mas de 40 personas con el consabido peligro que esto significa para la salud.

En realidad los bancos pueden excusarse con el cartel de que el mismo tramite puede hacerse por cajero automático con todas las complejidades que esto tiene para muchos, sin embargo este no es el objetivo sino el alto costo que conlleva la falta de redencion del tiempo para la sociedad en su conjunto.

Dios en su palabra nos llama la atención pero no para amedrentarnos o castigarnos sino para bendecirnos, prosperarnos en nuestro andar diario hacernos recapacitar de nuestro valor, la palabra diligencia en este versículo nos llama al cuidado a preservarnos a nosotros mismos por eso nos termina diciendo 'como andéis'. Es cierto que como banquero quiera ganar dinero pero también es cierto que mi actividad influye en lo que ganan mis clientes. Pues entonces el principio a utilizar para crecer es 'Dad y se os dará' de lo contrario me arriesgo a que venga pronto alguien que me quite mis clientes porque es mejor que yo o simplemente porque mis clientes se van por que están hastiadas de los malos tratos.

Siguiendo con el análisis de los dos versículos anteriores lo segundo que nos dice el Señor es que no andemos como necios sino como sabios y esto se refiere a que debemos como personas aprender a 'redimir nuestro tiempo', el pastor Carlos Arambula, en su blog nos aclara el significado de esta frase "la palabra redimir viene del griego “exagorazo” que significa comprar, rescatar, aprovechar, especialmente comprar un esclavo con vistas a darle su libertad. La palabra tiempo también del griego “kairos” que se relaciona con el tiempo de Dios, significa oportunidad o sazón; viendo esto podemos entender que redimir nuestro tiempo significa rescatar el tiempo perdido por medio de aprovechar las nuevas oportunidades que dios nos da". Pero entonces cuando estamos haciendo esas largas e interminables filas ¿Estamos redimiendo el tiempo o nos estamos comportando como necios?

Dios no solo nos pide redimir nuestro tiempo para ganar dinero sino para que podamos disfrutarlo junto a nuestros seres queridos y amigos. Imagínense como termina el día una de esas tantas personas que ve arrasado su tiempo, el estrés que le produce para con el resto del día por el atraso en sus otros quehaceres lo que se vera traducido en malos tratos en la calle con sus otros pares, con sus dependientes y familiares. En sin de pronto sera parte de ese día malo que nos habla el Señor al final de estos dos versículos.

Hasta acá hemos visto una parte pero ahora analizaremos que es andar sabiamente para con los de afuera. Al estar haciendo la fila en el banco se podía leer carteles al inicio de cada hilera que indicaban que una era para los tales, otra para los cuales y otra para los que traían mucho dinero en una clara división de categorías o castas de clientes nuevamente podrán excusarse que lo es para organizarse pero les aseguro que no son muchos los que traen depósitos con gran cantidad de dinero.

Estos versículos son aun mas personales su mensaje nos llama a no dejarnos influenciar de mala manera como lo puede ser el hacer lugar a la categorizacion discriminatoria arriba descrita, ni ha dejarnos robar nuestro tiempo y nuestra tranquilidad pero no con mas violencia sea física o psicológica sino con palabras persuasivas que lleven a un crecimiento de ambas partes.

En fin redimir el tiempo es saberlo utilizar con sabiduría para que nuestras finanzas, salud, familia y oportunidades se comporten a nuestro favor, entendiendo las palabras del apóstol Pablo "Someteos unos a otros en el temor de Dios", no como un trato humillante sino como un trato de cordialidad y honor entre dos personas dispuestas a tener misericordia de su prójimo.