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Alejandro Gonzalez | 12:59

Ser llenos del Espiritu Santo para orar en él

El siguiente estudio fue escrito utilizando como fuente un articulo publicado por el pastor  y amigo personal Jóse Reina, en su blog personal Estudios Bíblicos Cristianos en el nos hace una introducción a un tema que muchas veces he tratado en este sitio y cada casa en que el Señor me dio la oportunidad de enseñar a usar las armas espirituales que el nos dio para vencer al mal.

Hace unos pocos días tuve una gran decepción cuando una persona que conozco se encerró en que las sanidades, liberaciones, maravillas y milagros solo podían ser 'realizados por ciertas y pocas personas' demostrando un desconocimiento y descreimiento de lo dicho por nuestro Jesús a sus discípulos. (Juan 14:12) 

Sin embargo este amigo en parte tiene razón, porque para que esto sea así es necesario creerle a Jesús e indispensable también convertirnos en verdaderos 'adoradores de él'. Ser cristiano no es solo realizar una oración de aceptación o conversión -hay miles que la han hecho y no lo son- sino en ser fieles y leales seguidores de Jesús, con la plena certeza de lo que el ha dicho hará. Por tanto la condición 'sine qua non' es convertirse en un ferviente fan e intransigente seguidor de Cristo y así recibir la llenura del Espíritu Santo.

Convirtiéndome en un fan de Jesús
Cristo le dijo a la mujer Samaritana: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
Estas palabras de Jesús a la mujer de Samaria, constituyen el registro de su primera enseñanza en cuanto al tema de la oración. El Padre “busca” adoradores personas que estén dispuestas a satisfacer su afectuoso corazón. Sin embargo en vez de encontrar verdaderos adoradores encuentra a muchos que aun no han transcurrido por esa escuela por anteponer sus intereses "espirituales o terrenales".

A la mujer de Samaria, nuestro Señor le habló de tres formas de adoración:

  • Primero está, la adoración ignorante de los Samaritanos: “Vosotros adoráis lo que no conocéis”. 
  • La segunda, es la adoración inteligente de los judíos al tener el verdadero conocimiento de Dios. “Nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos”. 
  • Y por último, el tercer tipo: 'la adoración espiritual' la que Él ha venido a presentarnos: “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad”.
De la conexión de estos tres tipos de oración es evidente que las palabras “en espíritu y en verdad”, no significan, como suele pensarse, seriamente de corazón y en sinceridad sino que va mas allá pues en los tres casos podríamos asegurar que existían personas que le oraban a Dios de 'corazón y con sinceridad' sino que a lo que se refiere Jesucristo al anteponer estas palabras “La hora viene, y ahora es”, es que solo en y por medio de Él, la adoración a Dios será en espíritu y en verdad.

Por tanto es dentro de esta tercera clase de oración que debemos pedir a nuestro Señor Jesús que nos tome; que seamos enseñados por Él, aprendamos de Él a adorar en espíritu y en verdad. Solo esto es adoración espiritual, esto nos hace adoradores tales como el Padre busca. En la oración, todo dependerá de nuestra correcta comprensión y de la práctica de la adoración en espíritu y en verdad.

Orando en el Espíritu

Ahora bien si hemos entendido lo anterior y por tanto hemos dejado moldearnos por Jesús hemos podido recibir la 'llenura del Espíritu' o vamos por el buen camino.
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. (Romanos 8:26-27)
Es cierto que debemos orar razonando lo que pedimos y hasta podríamos llamarle a ese tipo de oración, "Oración objetiva". No obstante también es necesario el solo acostumbrarnos a abrir nuestra boca y dejar que fluya la oración, la adoración y la alabanza.

Hermano haga la prueba y vera los cambios sucederse una tras otro rápidamente en su vida espiritual pídale al Espíritu Santo que le ayude, que sea él quien interceda por usted, solo él escudriña a fondo nuestro corazón y puede saber lo que necesitamos perfeccionar aun. El razonamiento no puede vencer al corazón sino que al contrario es muy proclive a caer en el engaño de sus pasiones (Jer 17.9; Mc 7:21-23) pero el Espíritu sí.

En fin el espíritu producirá en su vida limpieza es decir SANTIDAD requisito esencial para 'ver' a DIOS. (He. 12:14). Asimismo le dará a usted la fuerza para romper argumentos y estructuras que lo mantienen limitado en su vida espiritual cristiana permitiendole pasar a un nuevo nivel sobrenatural por ejemplo el recibir y hablar en nuevas lenguas, profetizar, echar fuera demonios u orar para que la sanidad de los enfermos.

Ser llenos del Espíritu no nos permite criticar

Muchos critican lo que no conocen o aquello que si conocen pero tienen miedo de experimentar. La critica solo pone en evidencia que aun nos falta crecimiento, madurez espiritual en Cristo y por tanto nos deja a merced de seguir conviviendo con 'el que dirán' por caso la Biblia nos pone de ejemplo al tan amado Apóstol Pedro quien luego de ver y entender que Dios no hace acepción de personas intentaba judaizarlos por 'el que dirán'. (Gal 2:11-20)

La critica nos limita a un área, un espacio, no nos permite avanzar en busca de cumplir nuevas metas. Mientras que el Apóstol Pablo fue enviado a los gentiles Pedro debió permanecer en Jerusalem (Hch 15:7) solo saliendo en ocasiones a Antioquía Gál. 2:11-14 y Babilonia l P. 5:13, Hch 12:12.

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