Alejandro Gonzalez | 9:45
Carta a los Hebreos
R.V. 1960
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Jueces
Rut
1° de Samuel
2° de Samuel
1° de Reyes
2° de Reyes
1° de Crónicas
2° de Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Job
Los Salmos
Proverbios
Eclesiastés
El Cantar de los Cantares
Isaías
Jeremías
Lamentaciones de Jeremías
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonas
Miqueas
Nahúm
Habacuc
Sofonías
Hageo
Zacarías
Malaquías
Nuevo Testamento
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Los Hechos
Romanos
1ª a los Corintios
2ª a los Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1ª a los Tesalonicenses
2ª a los Tesalonicenses
1ª a Timoteo
2ª a Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
1ª de Pedro
2ª de Pedro
1ª de Juan
2ª de Juan
3ª de Juan
Judas
Apocalipsis
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ÉxodoLevítico
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Apocalipsis
Capitulo 2
2:1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
2:2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;
2:6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
O el hijo del hombre, para que le visites?
2:7 Le hiciste un poco menor que los ángeles,
Le coronaste de gloria y de honra,
Y le pusiste sobre las obras de tus manos;
2:8 Todo lo sujetaste bajo sus pies.
Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.
2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
2:10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
2:12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
2:13 Y otra vez:
Yo confiaré en él.
Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
2:16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
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